Las nuevas tecnologías han logrado que cada vez más personas readapten la forma en la que planifican sus vacaciones. Este hecho nos ha llevado a que muchos propietarios decidan alquilar sus pisos en las múltiples plataformas de alquileres colaborativos que existen.
Pretender negarse a la evolución y a las tendencias tecnológicas sería no reconocer que ya no escuchamos música con Walkmans o que no esperamos en la esquina a que cruce un taxi. Ahora usamos Spotify y pedimos un Uber por una app.
Con los alquileres vacacionales sucede exactamente lo mismo. Airbnb se ha vuelto una de las plataformas por excelencia para el hospedaje de los turistas. Esto era una situación realmente predecible, ya que les otorga tanto a propietarios como a inquilinos contar con mayores comodidades:
Inquilinos:
- Mayor comodidad
- Menor precio
- Más ofertas
- Múltiples posibilidades de pago
- La posibilidad de elegir entre pisos completos, habitaciones y hoteles
Propietarios:
- Mantener el piso alquilado durante un tiempo deseado
- Al ofrecer más posibilidades de pago se incremente notablemente la demanda del piso
- En los países que la moneda de curso legal no es dólar o euros, les permite hacer un sueldo en dólares. Esto es un gran refugio para cuidar sus sueldos de la inflación
- Les permite tener un sueldo pasivo de sus propiedades que no están siendo utilizadas
- Maximiza al máximo la rentabilidad de la propiedad
Los alquileres turísticos mediante las diferentes plataformas 2.0 han sido una consecuencia de la revolución digital. Las increíbles retribuciones que obtiene el propietario de los alquileres vacacionales han motivado a que éstos decidan cambiar sus “estrategias” de alquileres.
Alquileres vacacionales VS Alquileres tradicionales
Desde la aparición, particularmente, de Airbnb, los alquileres vacacionales se han visto modificados de forma drástica. Hasta hace algunos años, era habitual que la mayor cantidad de alquileres de alojamientos para vacaciones, los fuéramos a buscar a inmobiliarias.
Debido a la comisión que cobra la inmobiliaria, el piso era más caro para el inquilino y, a su vez, era sinónimo de menos dinero para el propietario.
Las páginas colaborativas rompieron con el monopolio de las inmobiliarias y les han permitido a los propietarios ser ellos mismos quien ofrezcan sus alojamientos a los posibles huéspedes.
Además de conseguir un mayor número de visitantes, pueden administrar los costes mano a mano con los huéspedes. El alquiler turístico, sin duda alguna ha sido uno de los grandes ganadores con este nuevo esquema que se está readaptando en el mercado inmobiliario. Las personas ahora se encuentran en la búsqueda de alquileres temporales, ya que pueden conseguir mejores precios y mayores prestaciones.
Un nuevo esquema que nos está beneficiando a todos
Hasta antes de la pandemia, Airbnb y las plataformas de alquileres turísticos por plataformas web, estaban en pleno auge. Sin embargo, los largos confinamientos lo detuvieron todo. Se están viviendo tiempo nuevos y de normalización, los turistas quieren volver a recorrer España, pero teniendo siempre en cuenta todas las precauciones necesarias para estar seguros sin Covid.
Las plataformas colaborativas ofrecen pisos con servicios diarios de desinfección, pero, lo mejor de todo, es que no deberán mantener un contacto estrecho con nadie. Desde su ciudad o país, podrán alquilar el piso y al llegar a destino los estará esperando una persona para brindarles las llaves del piso para que empiecen a disfrutar de unas vacaciones 0 invasivas.
El propietario jamás sale de su casa y su dinero se va acumulando de forma constante en su cuenta bancaria. Esto les permite un sueldo pasivo.